En el presente artículo se analizan el mobiliario y los objetos de arte que José Francisco Guerrero Chavarino, primer conde de Buenavista, tenía en sus casas de Madrid y Málaga al morir en 1699. Especialmente numerosa era su colección de pintura, formada por algo más de 600 cuadros de temática muy diversa, pero con un alto porcentaje de asunto profano. Su interés por la pintura y el arte le llevó a convertir su casa madrileña en una academia para el estudio del natural y a la que está comprobado asistió en 1699 el pintor Juan Jacinto Meléndez. Sus conexiones familiares con Italia explican la presencia de numerosas obras de arte con esta procedencia.
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