1212. Una coalición cristiana encabezada por los monarcas Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón, Alfonso II de Portugal y Sancho VII de Navarra vence a las tropas musulmanas en Las Navas de Tolosa. Poco después, Alfonso VIII recompensó a su fiel vasallo Don Diego López de Haro, señor de Bizkaia, los servicios prestados en la batalla concediéndole la Tierra de Durango que fue agregada al patrimonio de la familia. Desde entonces los destinos de Bizkaia y Durango quedaron unidos, aunque cada una de las partes del Señorío mantuvo sus costumbres, fueros e instituciones.
De esta época y en concreto del proceso de integración de ambos territorios tenemos poca información, por ello una de las cuestiones que desde hace tiempo ha preocupado a los historiadores se ha centrado en definir desde que momento el Duranguesado fue una circunscripción administrativa con personalidad propia.
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