El cementerio es una de las mejores expresiones de la mentalidad de la sociedad que los crea. Y los cementerios ”extra ecclesiam” lo son de la Ilustración. Hasta que la mentalidad Ilustrada empieza a remover la idea de la salubridad, de la higiene, etc, se habían sepultado los cadáveres dentro de las iglesias o en sus pórticos inmediatos (cementerios o cimeterios en la documentación antigua). A ésta situación pone fin la Real Cédula de 1787, que proponía necrópolis fuera de lugar poblado, en sitios aislados, aireados y bien ventilados. Era una cuestión de Estado para la que habría primero que convencer a los usuarios. Se trataría, por tanto, de volver a la situación de Roma, donde vivos y muertos aparecían cuidadosamente separados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados