A los pocos días de comenzar este nuevo año la persona más anciana del mundo, Kane Tanaka, celebró su 119º cumpleaños en Japón con una botella de cocacola y haciendo el símbolo de paz delante de los fotógrafos. Tanaka declaró estar decidida a prolongar el récord un año más. Mientras su futuro se debate en el misterio de la biología, la investigación en envejecimiento busca en el laboratorio formas de ralentizar, e incluso de revertir, los efectos del tiempo. Desde cambios en la dieta hasta fármacos que eliminan el daño molecular de las células, el regreso de estas a un estado embrionario mediante la reprogramación, o la introducción de genes de la longevidad por terapia génica, los científicos tratan de saber si terapias experimentales que alargan y mejoran la vida en animales de experimentación son verdaderamente posibles en humanos.
Scientists are looking to understand the keys to ageing, in order to delay its onset and development on the basis of methods such as the elimination of cell molecular damage, the addition of longevity genes in DNA or cellular reprogramming. The aim is not only to grow old more slowly but also, and above all else, to do so in good health.
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