Ciudad Real, España
El presente trabajo aborda la cuestión de la relación entre violencia y masculinidad, enmarcándola en el contexto de la violencia contra las mujeres. El objetivo e s generar una duda razonable que permita desarticular la supuesta relación exclusiva entre violencia y masculinidad. La aptitud para actuar de modo violento es una característica de los seres humanos, tanto hombres como mujeres; sin embargo, la diferencia destacable radica en la diferente fuerza física que tienen unos y otras. La cultura y la sociedad han incentivado que los hombres recurran a la fuerza y, al mismo tiempo, han desalentado a las mujeres, con el resultado de que los primeros se han convertido en más temibles y las segundas en más indefensas. Estos condicionamientos han ayudado, en consecuencia, a crear estereotipos de género. En este contexto se puede explicar el origen de las relaciones desiguales de poder entre los sexos. El punto de partida del trabajo es el análisis conceptual de la violencia. A continuación, acudiendo al preámbulo del Convenio de Estambul, se profundiza en los rasgos constitutivos de la violencia contra las mujeres. El análisis requiere una aproximación multidisciplinar, particularmente desde las ciencias sociales, la historiografía y las teorías feministas. Los resultados del análisis se resumen en las conclusiones junto con propuestas para desactivar la violencia entre sexos.
This work addresses the issue of the relationship between violence and masculinity, framing it in the context of vi olence against women. The goal is to insinuate a reasonable doubt that leads to disarticulate the alleged exclusive relationship between violence and masculinity. The ability to act violently is a constitutive feature of human beings, both male and female, however, a notable difference lies in the different physical force they have. Culture and society have encouraged men to resort to force, and at the same time have discouraged women, with the result that the former have become more fearsome, the latter more defenseless. Such conditioning has therefore helped to create gender stereotypes. In this context one could explain the origin of the unequal power relations between the sexes. The starting point has been the conceptual analysis of violence. Then passing through the preamble of the Istanbul Convention, the constitutive traits of violence against women have been deepened. The insight required a multidisciplinary approach, with particular recourse to social sciences, historiography and feminist theories. The results were resumed in the conclusions along with proposals to defuse violence between sexes.
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