Carlos Daniel Malamud Rikles, Rogelio Núñez Castellano
Los países de América Latina, si bien desde una posición periférica, han cumplido un papel en la crisis desencadenada por el ataque ruso contra Ucrania. Económicamente, el incremento de los ingresos para los países productores de materias primas, especialmente hidrocarburos, ha convivido con el rebote inflacionario causado por la subida de los precios de la energía y la escasez de importaciones de Rusia (fertilizantes) y Ucrania (cereales). Desde un punto de vista geopolítico, la región se ha mostrado, una vez más, desunida para definir una postura común y ha carecido de una voz única en los foros internacionales, OEA y ONU. Ni siquiera la CELAC se ofreció para cumplir un papel mediador. Finalmente, han existido importantes desacuerdos dentro de cada país sobre la posición ante el conflicto, enrareciendo aún más la política interna en medio de una creciente incertidumbre sobre el futuro de la economía mundial y regional, con un posible incremento del malestar social.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados