La incidencia de infecciones por hongos y levaduras, sobre todo Candida y Aspergillus, así como por otros hongos emergentes, se ha incrementado notablemente en los últimos años. Los fallos del tratamiento se deben a resistencia microbiológica o resistencia clínica, esta última relacionada con el fármaco, factores del huésped, el hongo causante y procedimientos terapéuticos. Se ha intentado establecer una correlación entre resistencia microbiológica y resistencia clínica. El documento de consenso M27-A del NCCLS para las pruebas de sensibilidad in vitro de Candida y Cryptococcus es una buena aproximación, así como el M38-P para algunos hongos filamentosos. Los datos disponibles hasta ahora señalan una asociación entre resistencia in vitro y fallo clínico, pero no entre sensibilidad in vitro y éxito terapéutico, de ahí que los puntos de corte (CMI) aplicables a las pruebas de sensibilidad se hayan establecido basándose más en los límites de resistencia que de sensibilidad. Se considera que estos datos de CMI son esenciales para establecer sus perfiles de distribución para los diferentes hongos y su futura correlación con la respuesta clínica.
The incidence of fungal and yeast infections, especially Candida and Aspergillus, as well as other newer fungal infections has increased considerably in recent years. Treatment failures are due to microbiological or clinical resistance, the latter being related to the drug, host factors, the fungus and the therapeutic procedures. An overview of efforts to find correlations between microbiological and clinical resistance is presented. The NCCLS M27-A consensus document for in vitro susceptibility testing of Candida and Cryptococcus is a good attempt at this, as is the M38-P for some filamentous fungi. The data available thus far indicate that there is a relationship between in vitro resistance and clinical failure, but not between in vitro susceptibility and therapeutic success. Furthermore, the breakpoints (MIC) that can be applied to the susceptibility tests are established based more on the resistance limits than on susceptibility. MIC data are also essential to obtain distribution profiles of MIC values for fungal populations and for future correlations of MICs with clinical response.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados