La pandemia de COVID-19 tuvo importantes repercusiones en la salud y el bienestar de las personas con TEA y sus familias, con mayores dificultades en el manejo de las actividades diarias, especialmente del tiempo libre y de las actividades estructuradas, sufriendo niveles altos de ansiedad y menor bienestar. El mantenimiento de las rutinas, se vio alterado, y las personas con TEA sufrieron mas trastornos del sueño que agravaron sus problemas sociales y emocionales, con más frecuencia de ansiedad, irritabilidad, obsesión, hostilidad e impulsividad. La interrupción de la asistencia médica conllevó menos apoyo terapéutico y disminución de los diagnósticos de TEA.
A pandemia de COVID-19 tivo importantes repercusións na saúde e o benestar das persoas con TEA e as súas familias, con maiores dificultades no manexo das actividades diarias, especialmente do tempo libre e das actividades estruturadas, que sufriron niveis altos de ansiedade e menor benestar.
O mantemento das rutinas, viuse alterado, e as persoas con TEA sufriron mais trastornos do sono que agravaron os seus problemas sociais e emocionais, con máis frecuencia de ansiedade, irritabilidade, obsesión, hostilidade e impulsividade. A interrupción da asistencia médica comportou menos apoio terapéutico e diminución dos diagnósticos de TEA.
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