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She-ra, una heroína lesbiana en una serie de animación

    1. [1] Universidade Tecnológica Federal do Paraná

      Universidade Tecnológica Federal do Paraná

      Brasil

  • Localización: Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Ensayos, ISSN-e 1853-3523, ISSN 1668-0227, Nº. 142, 2021 (Ejemplar dedicado a: El camino de la heroína, hacia un nuevo tejido conceptual en el infinito telar narrativo de la red.), págs. 117-136
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • She-ra, uma heroína lésbica em uma série de animação
    • She-ra, a lesbian heroine in an animated series
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Si las heroínas tienen su propio camino en su viaje, un poco distante de la teoría de Campbell, las heroínas lesbianas también tienen un camino aún más peculiar.

      Como los diversos feminismos (negro, lésbico, decolonial, etc.) que muchas veces necesitan demarcar su espacio, con sus pautas propias, la heroína que no se encaja en la cisheteronormatividad también reclama su lugar de protagonismo.

      En las películas de animación comerciales / occidentales, los personajes lésbicos no son comunes: desde finales de la década de 1990, solo después de la despatologización de la homosexualidad por la OMS, comenzó a aparecer el lesbianismo en dibujos animados.

      Guardados en los armarios, relegados a papeles muy discretos o, peor aún, ser el ‘hazmerreír’ y el alivio cómico en varios dibujos. Fue solo en los últimos años que surgieron algunos personajes importantes, como Garnet (Steven’s Universe), Jujube y Marceline (Adventure’s Time) y She-ra (Shera y las princesas del poder), que se ha convertido en la primera protagonista / heroína lesbiana en una serie comercial occidental.

      Desde la primera versión de She-ra, encargada por Mattel - fabricante de muñecas Barbie (1985-1986) hasta la nueva versión de Netflix / Dreamworks (2018-2020), el personaje She-ra ha tomado un camino muy interesante. Empezando por el título de la serie: la anterior se llamaba Shera - la princesa del poder; y la nueva, titulada She-ra y las princesas del poder, deja claro el cambio en la forma de conducir la narrativa, pues si antes era única, ahora estará acompañada de otras amigas poderosas. A lo largo de la historia, la nota clave es el desarrollo de la amistad entre los personajes. En la nueva versión se profundiza más en los personajes y en sus relaciones (entre amigos, conocidos, madre-hija, madrastra, familia). La nueva serie está dirigida a los niños y se realizó casi en su totalidad con dibujos a mano. Fue dirigida por Noelle Stevenson, ilustradora y directora lesbiana, y su equipo de escritoras y guionistas está compuesto principalmente por mujeres. Noelle dijo en una entrevista que “todos los personajes de la serie son LGBT hasta que se demuestre lo contrario”. Sin embargo, las relaciones de afecto entre los personajes se fueron introduciendo gradualmente durante la serie.

      A través de una etnografía en pantalla (Rial, 2014), analizo los cambios entre la versión anterior y la más reciente, desde una perspectiva feminista y de género, así como el desarrollo de los afectos lésbicos dentro de la narrativa en las cinco temporadas de esta versión.

      El objetivo fue percibir las subjetividades en la construcción de identidades, sexualidades y las elecciones de la dirección del dibujo cuando se trata de las emociones representadas.

      En el universo fantástico de los dibujos animados, los personajes no humanos pueden leerse también de una manera reconocible en cuanto a actitudes, amores, elecciones. Las discusiones se centraron en los estereotipos, la representatividad, las formas corporales (diversidad de cuerpos y etnias, cambios de vestuario, maquillajes), heteronormatividad e hipersexualización de personajes femeninos.

      Los resultados fueron posibles interpretaciones sobre la relación entre el momento histórico de la exposición de la película y las elecciones narrativas; los vínculos espacio-tiempo entre los movimientos feministas / LGBT+ y la representatividad encontrada en las protagonistas, y especialmente el lugar del discurso de las directoras / artistas en relación directa con la imagen positiva del personaje en la historia. De todos modos, se nota cómo una heroína tiene su propia construcción y necesita tener algunas formas de redención que no se superpongan con un héroe masculino: o hipersexualización (Bernárdez-Rodal, 2018), o maternidad, amor romántico, familia – porque de esta manera se acerca a los roles proyectados sobre la feminidad aceptable. La heroína lesbiana, que se aleja del amor romántico heterosexual, necesita encontrar otras formas de ser bienvenida o buscar estrategias para ganar algún reconocimiento. Teniendo en cuenta que en 2021 todavía hay 69 países donde la homosexualidad es considerada un delito, la presencia de protagonistas y lesbianas fuertes en las películas de animación es, en sí misma, un acto heroico.

    • English

      If heroines have their own path on their journey, although somewhat distant from Campbell’s theory, lesbian heroines also have an even more peculiar journey. Like the various feminisms (black, lesbian, decolonial, etc.) that often need to demarcate their space, with their own guidelines, the heroine who does not fit into cis-heteronormativity also claims her place of protagonism.

      In commercial/occidental animated films, lesbian characters are not common: since the late 1990s, only after the depathologization of homosexuality by the WHO, the lesbians began to appear in cartoons. Kept in closets, relegated to very discreet roles or, even worse, being a laughing stock and comic relief in several drawings, it was only in recent years that some important characters emerged, such as Garnet (Steven’s Universe), Jujube and Marceline (Adventure’s Time) and She-ra (She-ra and the Princesses of Power), who has become the first lesbian protagonist/heroine in occidental commercial series, in 2020.

      From the first version of She-ra, commissioned by Mattel - Barbie doll factory (1985-1986) - to the Netflix/Dreamworks remake (2018-2020), the character She-ra has taken a very interesting path. Starting with the change in the title of the series (the previous one was called ‘Shera: the princess of power’; and the new one, titled ‘She-ra and the princesses of power’) because if before she was alone, now she will be accompanied by other powerful friends. Throughout the narrative, the key theme is the development of friendship between the characters. The new version deepens the characters and their relationships (between friends, mother-daughter, stepmother, family). The new series is aimed at children and was made almost entirely with handmade drawings. It was directed by Noelle Stevenson, a lesbian illustrator and director, and her team of writers and artists is composed mainly of women. Noelle said in an interview that “all the characters in the series are LGBT+ until proven otherwise”. However, the romantic relationships between the characters were gradually introduced during the series.

      Through an on-screen ethnography (Rial, 2014), I analyze the changes between the previous version and the most recent one, from a feminist and gender perspective, as well as the development of lesbian affections within the narrative in the five seasons of this version. The objective was to understand the subjectivities in the construction of identities, sexualities and the choices of the direction of the drawing with regard to the emotions represented. In the cartoon fantasy universe, non-human characters can also be read in a recognizable way in terms of attitudes, loves, choices. The discussions focused on stereotypes, representativeness, body shapes (diversity of bodies and ethnicities, changes in costumes, makeup), heteronormativity and hypersexualization of female characters.

      The results were possible interpretations about the relationship between the historical moment of exhibition of the movie and the narrative choices; the space-time connections between feminist/LGBT+ social movements and the representativeness found in the protagonists and, mainly, the place of the speech of the directors/artists in direct relation with the positive image of the character in the story. Anyway, one realizes how a heroine has her own construction and needs to have some forms of redemption that do not overlap with a male hero: or hypersexualization (Bernárdez-Rodal, 2018), or motherhood, romantic love, family - because this way approaches the roles expected for acceptable femininity.

      Lesbian heroines, moving away from heterosexual romantic love, need to find other ways to be welcome or seek strategies to gain some recognition. Considering that in 2021 there are still 69 countries where homosexuality is considered a crime, the presence of protagonists and strong lesbians in animated movies is, in itself, a heroic act.

    • português

      Se as heroínas têm seu próprio caminho em sua jornada, um pouco distante da teoria de Campbell, as heroínas lésbicas têm um caminho ainda mais peculiar. Como os diversos feminismos (negro, lésbico, decolonial etc.) que muitas vezes precisam demarcar seu espaço, com suas próprias diretrizes, a heroína que não se enquadra na cis-heteronormatividade também reivindica seu lugar de protagonismo.

      Em filmes de animação comerciais/ocidentais, personagens lésbicas não são comuns: somente no final dos anos 1990, após a despatologização da homossexualidade pela OMS, a lesbianidade começou a aparecer nos desenhos animados. Mantidas em armários, relegadas a papéis muito discretos ou, pior ainda, sendo motivo de chacota e alívio cômico em vários desenhos, foi apenas nos últimos anos que surgiram alguns personagens importantes, como Garnet (Steven Universo), Jujuba e Marceline (Hora da Aventura), e She-ra (She-ra e as Princesas do Poder), que se tornou a primeira protagonista lésbica heroína em uma série comercial ocidental.

      Desde a primeira versão de She-ra, encomendada pela Mattel - fabricante de bonecas Barbie (1985-1986) até o remake da Netflix/Dreamworks (2018-2020), a personagem She-ra percorreu um caminho muito interessante. A começar pela mudança no título da série (a anterior chamava-se ‘She-ra: a princesa do poder’; e a nova, intitulada ‘She-ra e as princesas do poder’) que deixa clara a mudança na forma como a narrativa é conduzida, pois se antes estava sozinha, agora estará acompanhada de outras amigas poderosas. Ao longo da narrativa, a tônica é o desenvolvimento da amizade entre os personagens. A nova versão aprofunda as personagens e suas relações (entre amigos, conhecidos, mãe-filha, madrasta, família). A nova série é dirigida ao público infantil e foi feita quase inteiramente com desenhos feitos à mão. Foi dirigida por Noelle Stevenson, uma ilustradora e diretora lésbica, e sua equipe de roteiristas e artistas é composta principalmente por mulheres. Noelle disse em uma entrevista que “todos os personagens da série são LGBT até prova em contrário”.

      No entanto, as relações afetuosas entre as personagens foram gradualmente introduzidas durante a série.

      Por meio de uma etnografia na tela (Rial, 2014), analiso as mudanças entre a versão anterior e a mais recente, a partir de uma perspectiva feminista e de gênero, bem como o desenvolvimento dos afetos lésbicos dentro da narrativa nas cinco temporadas desta versão.

      O objetivo foi perceber as subjetividades na construção das identidades, as sexualidades e as escolhas dos rumos do desenho no que diz respeito às emoções representadas. No universo de fantasia dos desenhos animados, personagens não-humanos também podem ser lidos de forma reconhecível em termos de atitudes, amores, escolhas. As discussões centraram-se em estereótipos, representatividade, formas corporais (diversidade de corpos e etnias, mudanças de figurino, maquiagem), heteronormatividade e hipersexualização de personagens femininas.

      Os resultados foram interpretações possíveis sobre a relação entre o momento histórico de exibição do filme e as escolhas narrativas; as ligações espaço-temporais entre movimentos feministas/LGBT+ e a representatividade encontrada nas protagonistas e, principalmente, o lugar do discurso das diretoras/artistas em relação direta com a imagem positiva da personagem na história. Enfim, percebe-se como uma heroína tem sua própria construção e precisa ter algumas formas de redenção que não se sobreponham a um herói masculino:

      ou hipersexualização (Bernárdez-Rodal, 2018), ou maternidade, amor romântico, família - pois desta forma se aproxima dos papéis esperados para uma feminilidade aceitável. A heroína lésbica, afastando-se do amor romântico heterossexual, precisa encontrar outras maneiras de ser bem-vinda ou buscar estratégias para obter algum reconhecimento. Considerando que em 2021 ainda existem 69 países onde a homossexualidade é considerada crime, a presença de protagonistas e lésbicas fortes em filmes de animação é, por si só, um ato heróico.


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