A la vuelta de un viaje a Chechenia, a mediados de abril, Antonio Guterres, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha asegurado que “la mejora de la situación en términos de seguridad” debería permitir la próxima reapertura de una oficina de su organización en Grozni. Sin embargo, la aparente vuelta a la normalidad, es engañosa, ya que el poder proruso especula con la violencia… y también con la resignación.
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