La Agencia Internacional de la Energía acaba de anunciar que la producción petrolera rusa se situará, en los próximos años, por debajo de las previsiones. La noticia, unida a las tensiones desatadas alrededor de la carrera nuclear en Irán, ha elevado el precio del barril por encimade los setenta dólares. Este “conflicto petrolero” es, sin embargo, diferente de los dos precedentes, que fueron relativamente breves. Y nada indica que, en las próximas décadas, el precio del oro negro vaya a descender de nuevo.
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