Adriana Elizabeth Olguín Torres
El presente artículo tiene como objetivo compartir una experiencia pedagógica en la cual se empleó como estrategia un mediador exterior, en específico la pulsera de la paz, para favorecer la autorregulación conductual en alumnos desegundo grado de educación preescolar. Se siguió el método cualitativo de investigación-acción con enfoque formativo, que propone el cambio y la transformación poniendo énfasis en el diálogo y en la reflexión. Como resultados, se obtuvo la mejora de la práctica pedagógica, a través del análisis y la reflexión de esta, y conductas prosociales por parte de los alumnos. Una de las limitaciones para el logro de los objetivos de manera colectiva fue no compartir experiencias exitosas con el grupo docente. Se concluye que el proceso de autorregulación conductual se encuentra sumamente involucrado en las experiencias, vivencias y el tipo de relaciones interpersonales aprendidas en los contextos familiares, por lo que resulta importante analizarlo y reflexionar en él desde edades tempranas.
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