No es a los desconocidos a quienes las mujeres deben temer. Con frecuencia, son golpeadas, violadas e incluso asesinadas por su compañero. Si procede de un medio acomodado, el criminal será tratado con benevolencia por los medios de comunicación. Si procede de capas desfavorecidas de la sociedad, y sobre todo si pertenece a una familia inmigrante, la estigmatización será de rigor. Sin embargo, la violencia afecta tanto a las mujeres de los barrios residenciales como a las de los suburbios. Rechazar el examen de las causas de este fenómeno es contribuir a perpetuarlo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados