Zaragoza, España
La uveítis en la edad pediátrica sigue siendo una enfermedad poco frecuente pero no por ello menos importante. Las dificultades en el diagnóstico y abordaje, la gravedad de las secuelas y la gran cronicidad que supone hace de ella una patología que se cuela entre las principales causas de ceguera antes de los 16 años.
La presentación más habitual es la uveítis anterior y el origen más común, la artritis juvenil, en estos casos, la uveítis puede presentarse antes, durante o después del diagnóstico, y suele cursar en origen de forma asintomática, hecho que favorece la aparición de secuela,s ya que cuando es descubierta, a menudo ya han aparecido complicaciones.
Otras formas de presentación son, uveítis intermedia que afecta fundamentalmente al vítreo anterior, pars plana y periferia retiniana, con causa generalmente idiopática y cuya aparición en la infancia se asocia con un peor pronóstico visual. Y por último uveítis posterior, con inflamación de retina, coroides, vítreo y cuerpo ciliar. La toxoplasmosis se considera la causa más común de este tipo de uveítis sin dejar de lado la sarcoidosis o la enfermedad de Behçet entre otras.
El diagnóstico se basará en la historia clínica, la edad, el sexo y las manifestaciones clínicas para determinar las pruebas necesarias. Una vez diagnosticada la causa, el tratamiento escalonado consiste en corticoides locales o sistémicos seguidos de inmunosupresores y en última instancia tratamiento biológico.
Aproximadamente un tercio de los niños sufre pérdida de visión severa a causa de las complicaciones o la dificultad de llevar a cabo el tratamiento.
El impacto en la calidad de vida de estos pacientes es considerable tanto en lo derivado a la pérdida de visión como en los efectos secundarios que pueda tener el tratamiento adecuado, a eso se le suma el miedo de las familias como cuidadores principales.
Pediatric uveitis is still a rare disease, but that doesn’t make it less important. The difficulties in the diagnosis and approach, the seriousness of the sequelae and the great chronicity it entails make this pathology one of the main causes of blindness before the age of 16.
The most common presentation is anterior uveitis and the most common origin is juvenile idiopathic arthritis. In these cases, uveitis can occur before, during the outbreak or after the arthritis has been diagnosed and it is usually asymptomatic in origin, a fact that favors the appearance of sequelae since when it is finally discovered, complications have often already appeared.
Other forms of presentation are intermediate uveitis, which mainly affects the anterior vitreous, pars plana and retinal periphery, with a generally idiopathic cause and whose onset in childhood is associated with a worse visual prognosis. Finally, posterior uveitis, with inflammation of the retina, choroid, vitreous and ciliary body. Toxoplasmosis is considered the most common cause of this type of uveitis without neglecting sarcoidosis or Behcet’s disease among others.
The diagnosis will be based on clinical history, age, sex and clinical manifestations to determine the necessary tests. Once the cause is diagnosed, step-by-step treatment will consist of local or systemic corticosteroids followed by immunosuppressants and ultimately biologic therapy.
Approximately one-third of children suffer severe vision loss due to complications or difficulty in carrying out treatment.
The impact on the quality of life of these patients is considerable, both in terms of vision loss and the side effects they may experience because of the appropriate treatment, in addition to the fear of families as primary caregivers.
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