Resumen de Nuevas oficinas para la agencia de publicidad Fuego Camina Conmigo
Un espacio de trabajo dinámico y polivalente, en el que priman la arquitectura y las formas geométricas, evocando el mundo del juego, el arte y la creatividad.
Fuego Camina Conmigo es una agencia de publicidad estratégica y creativa que ha querido abrir su nuevo “headquarters” con la intención de materializar sus valores en un nuevo espacio. El proyecto consiste en la rehabilitación de un local en la tercera planta de un edificio industrial del barrio de Gracia. Un local de planta rectangular lleno de detalles y elementos arquitectónicos originales con ventanas abiertas a tres de sus fachadas.
La primera decisión fue limpiar el local de todos los tabiques existentes para recuperar la estructura original, y así revelar el verdadero volumen del espacio. La necesidad de un espacio diferenciado y la forma rectangular de la arquitectura, permitió dividir el espacio fácilmente en tres secciones. El programa consistía en una zona de salas de reuniones y servicios, como cocina baños y almacén, una zona de Ágora en la que se buscaba el dinamismo necesario con el objeto de usarlo como espacio de reuniones informales y a su vez para presentaciones o exposiciones puntuales y, finalmente, una zona de trabajo fijo para 44 personas.
Se buscaba un espacio lo más abierto y dinámico posible, huyendo de los cerramientos típico de cristal del mundo de las oficinas. De este modo los espacios cerrados se concibieron como pequeñas micro arquitecturas que dialogaban entre ellas creando un paisaje escultórico interior de cubos con oberturas circulares y generando puertas y ventanas por donde circula la luz, evocando el mundo del arte y la creación. Cada módulo arquitectónico se ha pensado como una pequeña escultura que, a su vez, compositivamente, se relaciona con las demás estancias.
La cocina es también un espacio polivalente, con capacidad para 30 personas ya que a su vez se utiliza como sala de formación. La entrada está marcada por una gran obertura circular, con puertas correderas de cristal. La paleta de colores se mantiene blanca como el resto del espacio, incluyendo las encimeras de azulejos y el acabado de los armarios. La arquitectura de la cocina se resuelve con más oberturas, al pie de las paredes o junto a las ventanas, para seguir con el juego de aumentar la cantidad de la luz que entra en el espacio, y crear pequeñas ventanas que, desde el exterior, enmarcan los detalles del espacio interior.
La zona Ágora es el espacio más polivalente del proyecto. Dos grandes gradas metálicas móviles estructuran un espacio, en el que se generan islas a partir de alfombras de color donde se agrupan sofás mesas y sillones de Sancal para reuniones improvisadas. Cada isla esta tratada con un color diferente y los tejidos seleccionas para el mobiliario van acordes con el color escogido.
