Resumen de Dell´ibrido nell’estetica di Chopin.

Silvia Bruni

• español

  La presente publicación pretende rastrear el desarrollo del pensamiento musical chopiniano, revisando algunas de las fuentes de inspiración más significativas y, quizás, menos consideradas en la literatura sobre el autor polaco, así como sus recursos compositivos y resultados estilísticos más característicos. Desde las primeras reflexiones musicales localizadas de Fryderyk Chopin hasta sus últimos logros artísticos, observamos la factura de una estética híbrida, con una peculiar variedad de género, carácter y expresión, inherente a sus propias obras. Una variedad sistemática que destaca desde la «trinidad fascinante» de Chopin (E.

  Legouvé), tanto como compositor, pianista y ser humano, y que converge con el «culto al ego» (C. Colombati), capaz de resolver la tensión entre lo clásico y lo romántico en sí mismo, llegando a un arte de sonoridades íntimas y, a la vez, universales. Un arte híbrido, por lo tanto, que resulta conformarse en una fusión de diferentes elementos, predecible en cada obra del autor. Este legado, fraguado en un espacio que no terminaba de ser propicio tanto por lo estético como por la época, revela nuevas fronteras, además de resultar fascinante y cargado de aspectos que, de alguna manera, se pueden catalogar de insondables.

• italiano

  Il presente contributo si propone di percorrere gli sviluppi del pensiero musicale chopiniano passando in rassegna alcune tra le fonti d‟ispirazione più significative e meno considerate dalla letteratura sul compositore polacco nonché gli espedienti compositivi e gli esiti stilistici più caratteristici dell‟arte di Fryderyk Chopin. Dai primi momenti della riflessione chopiniana sull‟arte musicale rintracciabili nello stile epistolare del compositore fino agli ultimi suoi raggiungimenti artistici si osserva il realizzarsi di un‟estetica dell‟ibrido responsabile della peculiare varietà di genere, carattere ed espressione insita nelle sue opere. Una varietà originata dall‟ «affascinante trinità» (E.Legouvé) di Chopin in quanto compositore, pianista e uomo, convergente su un «culto dell‟io» (C. Colombati) che ha saputo risolvere in sé la tensione fra classico e romantico approdando ad un‟arte dalla risonanza intima ed universale.

  Un‟opera, dunque, che esattamente come l‟ibrido è fusione di elementi diversi, contraddizione del prevedibile. Situata in un non luogo estetico-epocale, essa rivela nuovi confini, affascina e denota ancor oggi aspetti insondati.