Existe un abanico infinito de culturas, pueblos, tribus, áreas culturales, etnias y etnicidades, y esta realidad antropológica ha planteado a la humanidad, desde el inicio de los tiempos, el problema de aceptarnos diferentes. Un área cultural es una entidad espacial en cuyo seno las sociedades muestran cierta similitud o un número de aspectos significativos comunes. La antropología americana ha tratado por ello de establecer una especie de "mapas" sobre la distribución de rasgos, grupos de rasgos o complejos culturales para poder determinar los centros de difusión cultural y su recorrido (Cf. Wissler C., 1926; Kroeber H.L., 1939).
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