El rol que la sociedad asigna a la mujer, marca profundamente su vida y su identidad, definiendo sus tareas, su mundo de relaciones y sus preocupaciones centrales. Lo recargado de su rutina y el tiempo que la demanda, hacen de su hogar el principal espacio en el que se desenvuelve su vida. Su ubicación como ama de casa y madre de familia, delimita su mundo de relaciones: su pareja, sus hijos, otros familiares y unos pocos vecinos constituyen sus vínculos más importantes. Su tarea de madre y su especial dedicación a los otros, marcan también sus aspiraciones propias, que ella no se atreve a reconocer.
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