Clases de literatura. Julio Cortázar Alfaguara 2013, 311 pp.

• Autores: Javier Lorenzo Candel
• Localización: Guaraguao: revista de cultura latinoamericana, ISSN 1137-2354, Año 17, Nº. 44, 2013, págs. 208-210
• Idioma: español

• Es reseña de:

  • Julio Cortázar: clases de literatura, Berkeley, 1980

    Julio Cortázar, Aurora Bernárdez (ed. lit.), Carles Alvarez Garriga (ed. lit.)

    Alfaguara, 2018. ISBN 978-84-204-1516-1

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• Resumen

  • Desplazado a la Universidad de Berkeley en el año 1980, en los meses de octubre y noviembre, fruto de la necesidad de poner tierra de por medio entre su corazón y la ciudad de París, en la que residía, después de varias negativas, y tras la invitación de su amigo Pepe Durand, Cortázar nos presenta el recorrido natural que siguió su escritura, jalonado por dos características que van a ocupar buena parte del análisis a lo largo de las clases impartidas: la imaginación o la fantasía como resortes de escritura, y el realismo, que ocuparía la parte destinada a la implicación real de, por decirlo de algún modo, la moral del escritor. Pero es Cortázar también un hombre que se acerca a dicha docencia con la cercanía de la que antes hablábamos, con una necesidad de expandir sus criterios literarios para hacerlos material de debate, para, con ellos, sortear los terrenos de lo evidente y transitar por aquellos que nos brindan a un autor cercano a las tesis que defendía, por ejemplo, la revolución cubana, posicionado claramente a favor de Fidel en el caso Heberto Padilla, crítico con las estructuras de estado de una América profundamente sumida en la represión y el odio, ocupado en las cuestiones que mueven al exilio a buena parte de los intelectuales de su tiempo, condescendiente con la figura de algunos autores que surgen en la conversación y que, como es el caso de Mario Vargas Llosa, salen triunfantes de las reflexiones del argentino, tenaz en la defensa de la solidaridad de los pueblos hispanoamericanos, fundamental para su desarrollo, y en contra de las intervenciones yanquis en estos territorios. Apocalipsis en Solentiname con la figura del poeta y buen amigo Ernesto Cardenal, La autopista del sur y su profunda crítica a las relaciones humanas, fragmentos de El perseguidor para poner de manifiesto el concurso de la fantasía, o algunos ejemplos de Cronopios y famas, donde el humor salta de manera relevante a la literatura.