En este texto no se pretende afirmar nada particular respecto a la “racionalidad” o idoneidad de las fórmulas impulsadas tradicionalmente por el FMI. Ello remite a otra discusión; simplemente entendemos que es “irracional” firmar una carta de intención y luego ser sistemáticamente incapaz de hacer aquello que se deriva del compromiso adquirido... salvo, por cierto, denunciar la citada carta de intención. Lo difícil de explicar es la persistencia en tomar compromisos que no se puede o no se desea cumplir, y para cuyo logro se llevan adelante políticas y prácticas contraproducentes.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados