De acuerdo con la ontología social propuesta por John Searle, existen hechos ontológicamente objetivos o “hechos brutos”, independientes de las actitudes humanas, y hechos ontológicamente subjetivos. De entre estos últimos, los más destacables son los hechos institucionales, como el dinero o las fronteras, cuya existencia se explica a través de una atribución colectiva de función de estatus dentro de un contexto social determinado. ¿Hay lugar para “verdades morales” en una ontología como esta? Asumiendo la verdad como correspondencia, la noción de “verdad moral” remite directamente a la de “hecho moral”. Como veremos, estos hechos morales, al contrario de lo que sugieren autores como Markus Gabriel, son similares a los hechos institucionales. Por este motivo, la verdad o falsedad de los enunciados morales será, como han indicado autores como Gilbert Harman, relativa al contexto social; sin que ello sea óbice para reconocerles, a su vez, una función expresiva y directiva
According to the social ontology proposed by John Searle, there are ontologically objective facts or “brute facts”, independent from human attitudes, and ontologically subjective facts. Among the latter, the most notable are institutional facts, such as money or borders, which existence is explained through a collective attribution of status function within a certain social context. Could “moral truths” exist according to an ontology like this? Assuming the truth as correspondence, the notion of “moral truth” remits to the notion of “moral fact”. As we will see, these moral facts, contrary to what authors such as Markus Gabriel suggest, are similar to institutional facts. For this reason, the truth or falsity of moral statements will be, as indicated by authors such as Gilbert Harman, relative to a social context; without that being an obstacle for acknowledging their expressive and directive function.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados