Reino Unido
Barcelona, España
Este estudio examina la Práctica Educativa Informada por la Investigación (PEII) y cómo la PEII puede convertirse en una parte integral del funcionamiento de los sistemas educativos. Para los propósitos de este estudio, definimos PEII como el uso de la investigación académica por parte de docentes y líderes educativos con el fin de mejorar aspectos de su enseñanza, toma de decisiones, liderazgo o aprendizaje profesional. En primer lugar, la PEII se considera dentro del contexto más amplio de “investigación para el bien común”. En segundo lugar, el estudio analiza cómo, a pesar de los beneficios e imperativos asociados con la PEII, todavía existe una brecha entre la investigación y la práctica educativas.
Teniendo en cuenta las barreras existentes para la PEII, el articulo concluye con una discusión de los tipos de iniciativas “universales” que pueden fomentar la PEII, independientemente de los factores contextuales que operan a nivel del sistema. En resumen, argumentamos que la PEII puede materializarse en relación con: 1) Desarrollar la capacidad del maestro en el área de la alfabetización en investigación (incluso dentro de la formación inicial de maestros y la actividad de desarrollo profesional); 2) promoción de arriba hacia abajo del uso de la investigación que garantizan que la actividad de la PEII se lleve a cabo dentro de un entorno más amplio de apoyo mutuo y que surja una cultura de PEII en todos los actores clave del sistema; y 3) Estrategias y políticas de arriba hacia abajo que posicionan a los líderes escolares como responsables de implementar enfoques colaborativos y centrados en la investigación para la PEII dentro de su escuela.
Por último, también sugerimos que estos tres factores deben reforzarse con el apoyo constante de actores a nivel macro y meso, incluidos aspectos vinculados a la gobernanza y la evaluación. En otras palabras, PEII no está afectada por iniciativas nuevas o en tensión y está reflejada en las estructuras claves del funcionamiento del centro.
This paper examines research informed educational practice (RIEP) and how RIEP can become an integral part of how education systems operate. For the purposes of this paper, we define RIEP as the use of academic research by teachers and school leaders in order to improve aspects of their teaching, decision-making, leadership or ongoing professional learning. First RIEP is considered within the broader context of ‘research for the common good’. The paper then discusses how, despite the benefits and imperatives associated with RIEP, there is still a gap between educational research and educational practice.
Considering the extant barriers to RIEP, the paper then concludes with a discussion of the types of ‘universal’ initiatives that can foster RIEP, regardless of the contextual factors operating at the system-level. In short, we argue that RIEP can materialise subject to: 1) effective capacity building to enhance teachers’ research literacy (including within initial teacher education and continuing professional development activity); 2) Top-down initiatives that promote RIEPcentred collaboration between practitioners and practitioners, and practitioners and research/researchers that enable teachers to become partners in the research production process and ensure universities are engaged in practice focused research production and 3) the expectation that school leaders are responsible for implementing collaborative inquiry, focused approaches to RIEP, within their school. Finally, we also suggest these three factors need to be reinforced with consistent support from macro and meso level actors. Consistent support from macro and meso level actors (such as district leaders) in relation to each of the three aspects detailed above, including in terms of governance and accountability.
In other words, RIEP is not derailed by new and conflicting initiatives, and is reflected in key structures affecting how schools operate.
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