Los puertos de Málaga, Vigo y Cala Rajada (Mallorca) pronto podrían convertirse en un impulsor de la biodiversidad marina gracias a la aplicación del hormigón de ECOncrete. Esta “start-up” internacional ha conseguido, a través de la alteración de la composición tradicional del hormigón y a un diseño que imita la naturaleza, favorecer que los organismos locales se instalen en la superficie de las infraestructuras marinas. Además, se generan sumideros de carbono que absorben el CO2 durante los 50 o 100 años de vida de la infraestructura convirtiéndola en una herramienta esencial en la lucha contra el cambio climático. (…)
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