[En retrospectiva, es difícil darse cuenta de que la independencia de Argelia era un proyecto político utópico. De hecho, Francia, que se había afianzado allí durante más de un siglo, tenía un vínculo orgánico con su posesión colonial. Basta con recordar las palabras de François Mitterrand ante la Asamblea Nacional en 1954 en respuesta al llamamiento del Frente de Liberación Nacional (FLN): “Argelia es Francia. ¿Y quién de ustedes, señoras y señores, dudaría en utilizar todos los medios para preservar a Francia?” Sin embargo, la abnegación de todo un pueblo, reunido tras la bandera del FLN, se impuso a una de las formas de colo-nialismo más feroces de la historia.
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