La crisis humanitaria que vive la sociedad venezolana por la situación político-económica de su país ha obligado a un buen número de personas a migrar a diferentes países, en especial a los sudamericanos por mera vecindad y cercanía cultural. No obstante, al igual que cualquier ola migratoria, se encuentran ante problemáticas como la xenofobia, el subempleo, la explotación laboral y la exotización de los cuerpos en las sociedades receptoras. El éxodo venezolano ha encendido las alarmas de la sociedad internacional y, más aún, de los países de la región sudamericana, pues la constate migración tiene saturados los servicios públicos de aquellos países que reciben el voluminoso número de migrantes. La migración venezolana tiene consecuencias multifactoriales que deben ser analizadas para la elaboración de políticas públicas que den respuesta a dicha crisis sin precedentes en Sudamérica.
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