Cada logro diario, por pequeño que parezca, supone el mayor de los éxitos para los docentes de las escuelas donde se escolarizan exclusivamente a alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). Su desempeño implica trabajar a menudo alejándose del currículum porque precisan de recursos, atenciones y métodos excepcionales. Cada alumno es distinto dada su patología y no hay cabida para la generalización. Sin embargo, el centro albaceteño hace de la individualización en la diversidad el acto más genuino de inclusión.
Each daily achievement, no matter how small it may seem, represents the greatest success for teachers in schools where only students with special educational needs (SEN) are educated. Their performance often involves working away from the curriculum because they require exceptional resources, attention and methods. Each student is different given their pathology and there is no room for generalization. However, the Albacete center makes individualization in diversity the most genuine act of inclusion.
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