«El sacerdote, portador de esperanza». Éste es el tema del pre-sente simposio para el que se me ha pedido intervenir intentando un acercamiento dogmático al mismo1• En realidad, mi contribución será sobre todo en la dimensión de la teología práctica en la medida en la que ésta se muestra inquieta por relacionar una reflexión teológica con las condiciones concretas de la experiencia. El enunciado del tema me produce, no obstante, ciertas resistencias. Teológicamente, hablaría con mucha más gana y de forma más rica a la manera de los Padres conciliares del Vaticano II.
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