Verla trabajar es un auténtico goce para los sentidos, una clase de interpretación teatral, de estilo y de olfato musical. Renata Scotto, una de las cantantes más importantes de la segunda mitad del siglo pasado, tuvo la posibilidad de perpetuar su experiencia como intérprete desde el otro lado del telón; a la que fuera reina del Met le rogaron que se encargara de la dirección de escena de uno de los títulos que ella con su talento había ayudado a definir, Madama Butterfly. Desde entonces sus trabajos como regista son esperados con impaciencia, ya que en su total entrega al trabajo teatral se descubren maneras casi olvidadas por el influjo del cine y del teatro de prosa que tanto ha incidido en el género operístico en las últimas décadas.
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