S. Verdejo, Jordi Buñol, César Ornat Longarón, Xavier Sorribas
El término resistencia en Nematología describe exclusivamente el efecto de la planta huésped sobre la reproducción del nematodo. Así, se considera que una planta es resistente cuando inhibe la reproducción del nematodo respecto a la reproducción alcanzada en una planta susceptible (Cook y Evans, 1987). Esta inhibición puede ser total o parcial. Por el contrario, el término tolerancia no es un tipo de resistencia y hace referencia al daño que sufre la planta huésped. Una planta tolerante sufre poco daño incluso cuando está infectada por niveles altos del nematodo.
El tomate (Lycopersicon esculentum) es susceptible a todas las especies de Meloidogyne que comúnmente se encuentran en España (Rodríguez Rodríguez, 1984 y 1989, Cenis, 1987, Millán de Aguirre, 1989, Sorribas y Verdejo Lucas, 1994 y 1999, Escuer et al., 1996, Ornat y Verdejo-Lucas, 1999, Ornat et al., 1999). La mayor incidencia del nematodo ha coincidido en el tiempo con la intensificación de los cultivos hortícolas y el desarrollo de los cultivos protegidos bajo cubierta (Ornat et al., 1997). En la actualidad, el control de Meloidogyne se basa principalmente en la utilización de fumigantes del suelo y nematicidas. No obstante, la retirada del bromuro de metilo, las prohibiciones que aplican las normativas de producción integrada en cuanto a uso de fumigantes del suelo y nematicidas, y las restricciones que imponen los consumidores, así como sus efectos negativos para el medio ambiente, han propiciado el desarrollo y evaluación de otros métodos o técnicas para el control del nematodo.
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