Cuando los cristianos nos situamos en el mundo en el que vivimos, hemos de dejar que el amor de Dios que se manifiesta en Jesucristo, tome la iniciativa en nuestra vida. Y si el amor se pone en primer término de nuestra vida es porque nos sentimos llamados por alguien, Alguien que nos toma en consideración, precisamente porque nos ama. Dios Padre nos ha salido al encuentro, nos ha dado gratuitamente su amor y quiere que lo hagamos presente desde las coordenadas de nuestro vivir cotidiano.
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