Firenze, Italia
La parábola de la ciudadanía moderna, en la que los individuos se movían dentro de comunidades políticas ante las que se sentían responsables, ha llegado a su fin. El ciudadano se ha convertido en un consumidor, un mero usuario pasivo de los distintos servicios que se le ofrecen, que expresa sus decisiones de la misma manera que expresa sus preferencias de compra. Si la vida del usuario se proyecta cada vez más en la red, la dimensión política y jurídica individual también sufre el mismo destino. Asistimos así a una data-ficación integral de la personalidad, con consecuencias muy significativas en cuanto a la protección efectiva de las libertades y el ejercicio concreto de los derechos fundamentales. El discurso democrático ya no es posible porque el usuario es estructuralmente afásico: no hay discurso, sino sólo opiniones, en un ciberespacio fragmentado y polarizado, donde la gente puede hacer resonar sus convicciones sin ninguna apertura al diálogo y, a menudo, con una violencia híbrida -suspendida entre lo virtual y lo real- pero no menos terrible.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados