Los procesos de emprendimiento empresarial e innovación son dos caras de la misma moneda. La innovación permite que una idea creativa se ponga en práctica y resuelva problemas concretos ante una carencia o demanda, el emprendimiento lo llevan a cabo personas que tienen como premisa cumplir sus sueños, muchas veces motivados por entornos altamente dinámicos, con pocas ofertas de empleo y bajos salarios. Esta idea, que surgió como la solución ante ese entorno hostil, o ante ese deseo de independencia, puede llegar a concretarse igualmente en una oferta de gran valor para sus clientes y en mayores beneficios para sus trabajadores y la comunidad. Ambos procesos implican creatividad, empatía, valentía y arrojo. Uno puede llegar a ser consecuencia del otro; la innovación genera emprendimientos y éstos a su vez, siguen generando innovaciones, ambos pueden conducir, con la guía y responsabilidad adecuadas, a una mejor calidad de vida de la población y la sociedad en general.
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