Parte el P. Recondo de la crisis de los sacerdotes jóvenes. Plantea una revisión de la formación que han recibido. Ve que se ha dedicado mucho tiempo a la formación de la cabeza y poco a la del corazón.El hecho genera desilusiones, fallos en la identidad personal, que falte consistencia. ¿Qué es formar el corazón? Vivir, realizar el bien, bajar al campo de juego de la vida y no contentarse con verla desde la grada.La formación se juega en el mismo núcleo en el que se acuñan las convicciones, y e.Ste camino va desde la conversión a la convicción.
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