Este artículo trata de responder a la cuestión de si los bancos por Internet son viables en Europa en el medio plazo. Hasta la fecha, los bancos por Internet del mundo entero han mostrado, en general, unos resultados peores que los bancos tradicionales de edad similar, principalmente porque sus gastos generales son más altos. El artículo trata de valorar si se trata de un fenómeno de carácter temporal y de evaluar en qué medida los bancos por Internet pueden generar economías de escala en exceso respecto a los bancos tradicionales y/o ellos (y sus clientes) pueden acumular experiencia con este nuevo canal de distribución, que les permita obtener resultados comparables o mejores que los obtenidos por los bancos tradicionales. Con dicho objetivo, en este trabajo se ha seguido el mismo marco de análisis utilizado por DeYoung (2001, 2002) para los bancos por Internet en EEUU. Las limitaciones en la disponibilidad de los datos, así como la existencia de distintos marcos regulatorios y condiciones de mercado en el sector de banca minorista en los quince países de la Unión Europea, han exigido algunas modificaciones en dicha metodología. Los resultados empíricos confirman la existencia de economías de escala basadas en la tecnología para los bancos por Internet, mientras que no hay evidencia de la existencia de economías de aprendizaje específicas para estos bancos. A medida que los bancos por Internet se hacen más grandes, el diferencial de rentabilidad con los bancos tradicionales se reduce. Al hacer frente a las demandas de mayor seguridad por parte de los usuarios de la banca por Internet, los reguladores pueden incentivar a que un mayor número de ellos utilice este canal de distribución, lo cual permitiría a los bancos por Internet beneficiarse en mayor medida de las potenciales economías de escala implícitas en nuestras estimaciones.
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