El artículo trata de como determinados territorios en situación de crisis socio-econónica, se encuentran en la disyuntiva de tener que elegir entre alternativas de desarrollo radicalmente diferentes y percibidas socialmente como opuestas y contradictorias. Éste es el caso de la actividad turística y un depósito de residuos industriales, considerados como claros ejemplos de lo que se denomina respectivamente como "bienes" y "males posicionales". Es decir, por un lado, instalaciones, equipamientos, servicios, etc, bien vistos por la población y cuya presencia constituye un refuerzo para la atracción de otras inversiones económicas; y por otro, todo aquello que con su presència impediría cualquier otro tipo de inversión productiva y una "hipoteca" del futuro de la comunidad. Esta confrontación se aplica al caso de Cardona (comarca del Bages, Barcelona), que experimenta desde el 1990 un grave declive por la desaparición de su principal motor económico -la minería de potasa. Aquí, los dos componentes de la dialéctica son su reciente iniciativa turística basada en el patrimonio minero y geológico (unos 55.000 visitantes en el primer año de funcionamiento), y el proyecto del Gobierno autónomico catalán de localizar un depósito de residuos (1997)
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