Algunos de los objetivos planteados por la Política Agraria Comunitaria en 1962, como el incremento de la productividad, resultaban inadecuados particularmente a partir de la década de los ochenta, de ahí que en 1992 esta Política experimente una importante reforma cuyos objetivos prioritarios son: reducir los excedentes y poner en marcha métodos de producción compatibles con el medio ambiente (medidas agroambientales); diversificar las rentas de los agricultores, buscando actividades complementarias, como el turismo rural, así como la provisión de una serie de bienes y servicios medioambientales, difíciles de evaluar tanto desde el punto de vista de la financiación como del grado de cumplimiento
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados