Para hacer la ruta completa de los Festivales de verano operísticos, hoy día, el aficionado tiene que ser rico por su casa. Pero, al igual que el año pasado, las rutas que propone Ópera actual son puramente imaginarias. Las citas son ciertas, pero el operófilo impecune puede acudir a ellas mentalmente sin moverse de la playa. Nadie, posiblemente, podrá permitirse estas peregrinaciones, pero ¿a que sería bonito poder hacerlas?
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