Isabel Bada Bosch, Julio Cerdá Berrocal, M.ª del Carmen López Varela, D. Peláez Mata, Agustín del Cañizo López, María Fanjul Gómez, Laura Pérez Egido, Manuel de la Torre Macías, Javier Ordóñez Pereira, M.ª Dolores Blanco Verdú, Juan Carlos de Agustín Asensio
La telorragia es infrecuente en la edad pediátrica y un signo de alarma en la edad adulta. Estos pacientes se remiten a la consulta de Cirugía para valorar intervenciones agresivas por la amenaza de la malignidad. Sin embargo, su principal etiología es la ectasia ductal mamaria, un proceso benigno y autorresolutivo.
Se presentan dos pacientes varones de 4 y 5 meses con telorragia. Una vez realizadas la exploración, la ecografía y la citología, se descartó un proceso maligno y se resolvió con manejo conservador en un periodo de 12 meses. A continuación, se realiza una revisión de la literatura incluyendo los pacientes pediátricos (0-16 años) con telorragia monosintomática.
Encontramos un total de 59 casos publicados. Es más frecuente en varones (1,5:1) y el 74% de los casos ocurren en el primer año de vida. En los estudios revisados se realizan diversas pruebas complementarias (cultivo, citología, analítica hormonal) pero solo parece aportar información de utilidad la ecografía, que se encuentra alterada en un 69,2% de los pacientes. El abordaje terapéutico clásico ha sido la resección quirúrgica de la glándula mamaria, pero en la literatura más reciente se ha demostrado que, ya que se trata de una patología limitada en el tiempo, el manejo conservador es el más adecuado. Se reserva la cirugía para los casos con diagnóstico dudoso o persistentes. La recidiva es infrecuente (9,8%).
Conclusiones: pese a ser un síntoma alarmante, la telorragia en lactantes debe de manejarse de forma conservadora evitando las intervenciones quirúrgicas agresivas, que podrían condicionar secuelas posteriores.
Nipple discharge in children is uncommon, whereas it is considered a warning sign in adulthood.
Hence these patients are referred to the Paediatric Surgeon to assess whether it is necessary to perform aggressive procedures to avoid the risk of malignancy. However, the most common ethology is ductal ectasia, a benign and self-limited process.
We present two cases of a 4 and 5-month-old male patients with bloody nipple discharge. Once malignancy was ruled out by physical examination, ultrasound and cytology, a conservative approach was adopted and the symptoms disappeared over a period of 12 months. Then we conducted a systematic review including pediatric patients (0-16 years) with monosymptomatic bloody nipple discharge.
We found a total of 59 cases published. It is more prevalent in male patients (1,5:1) and 74% present before the age of 12 months. In the articles reviewed several tests are mentioned (secretion culture, cytology, hormonal blood test) but only ultrasound provided useful information, showing altered results in 69.2% of the patients. The classical therapeutic approach was breast surgical resection but in more recent reports ductal ectasia has been shown to be a self-limited pathology. Therefore, conservative treatment is now advocated while surgery is reserved for persistent symptoms or cases where there is a diagnostic doubt. Relapse is infrequent (9.8%).
Despite of being a disturbing sign, bloody nipple discharge in infants should be managed conservatively, avoiding aggressive surgical procedures that might cause permanent consequences.
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