Todo empezó con un número equivocado surge del efecto improductivo y mágico que produce la literatura, cuyo preludio es una equivocación tras levantar la bocina telefónica en medio de la noche; el lapso azaroso donde brota un destino. La invocación del escritor Paul Auster en su obra La trilogía de Nueva York salida de la propia fatalidad y que emerge desde la habitación de un hombre desalojado y abismado en el mundo quien a través de sus cavilaciones y escritos revela con atino y sutileza un sinfín de temas universales, cuatro de ellos escogidos por pertinencia e interés literario y que asientan neurálgicos problemas existenciales del hombre contemporáneo: la soledad, el azar, la ciudad y la identidad, son pues el sustento de un contenido que perfectamente puede descifrarse, si se quiere, sin un orden rectilíneo; es decir, que cada manuscrito, al sostenerse en un estilo ensayístico, posee autonomía y busca en cada momento lograr un equilibrio entre los conceptos ajenos y las interpretaciones personales.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados