A grandes pasos se traza el camino que ha llevado desde una fijación cosista de la gracia cristiana hasta su consideración antropológica. Esa fijación se empezó a gestar ya en los peores últimos momentos de la Escolástica medieval y se consumó en la teología postridentina. El esfuerzo de muchos y grandes teólogos consiguió presentar la gracia como la dimensión fundante de un hombre nuevo, capaz de vivir en comunión al participar personalmente del Dios Trino.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados