Nosotros gozamos del conocimiento directo de nuestros propios miembros y cuerpos. Arguyo que este conocimiento, llamado también propiocepción, es una forma especial de percepción. Especial en el sentido de que es, al mismo tiempo, también una forma genuina de auto-conocimiento, a diferencia de la percepción a través de los sentidos externos. El argumento tiene dos partes. En un sentido negativo, arguyo contra el punto de vista mantenido por G.E.M. Anscombe y reforzado por John McDowell, que este conocimiento, el autoconocimiento corporal, es no-perceptivo. Esto incluye, inter alia, rescatar del ataque de McDowll la idea misma del autoconocimiento receptivo (del cual el autoconocimiento perceptivo es una especie). En sentido positivo, desarrollo una elucidación detallada del autoconocimiento corporal como forma especial de percepción, apoyándome en la obra de Brian O'Shaughnessy. Esta descripción detalla cómo esta forma especial de percepción es mediada epistemológicamente por sensaciones de una clase particular de cualidades primarias -las llamo sensaciones dinamicas-vitales- en los miembros de uno.
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