El artículo plantea que el Movimiento de 1968 se encuentra vivo y presente tanto en la vida social como en la memoria colectiva en todo el mundo, y se ha convertido en un referente de los movimientos anticapitalistas y antisistémicos actuales.Su universalidad y profundidad se debe a tres elementos: a) su actor principal: el movimiento estudiantil; b) al ámbito de la esfera social de su principal acción: la cultura y c) el movimiento del 68 coincide con el final de la etapa de equilibrio del capitalismo y el actual inicio de su crisis terminal. Caracteriza a la vieja cultura capitalista y plantea algunos elementos de la nueva cultura que la habrá de sustituir.
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