El presente artículo examina la relación entre la comunidad científica y el Estado mexicano entre 1920 y 1940. La relación que se conformó entre ellos no fue armónica, por el contrario, presentó muchos altibajos, siempre llenos de tensión. El Estado mexicano en la década de 1930 no siempre destinó recursos a la investigación científica, por lo que los científicos se refugiaron en las comunidades preexistentes con la intención de que la ciencia radicara de forma definitiva en México. A partir de la década de 1940 la situación cambio, el Estado adoptó una postura de apoyo hacia la ciencia, la academia y la institucionalización de los saberes en México.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados