En el inicio del siglo XXI la Misión Ad Gentes, como dice el Papa Juan Pablo II, corre el riesgo de ser raquítica, olvidada y abandonada. Monseñor Victorino Girardi urge volver a la experiencia que, hace casi 2000 años, tocó profundamente el corazón de los apóstoles: ser testigos y dar testimonio de la vida, pasión, muerte y resurrección del Señor. El autor, después de aclarar algunas nociones fundamentales sobre lo que es la “Misión Ad Gentes”, profundiza en su fundamento místico-espiritual y describe algunos de los retos más importantes como la misiónanuncio como derecho de los pueblos, la posibilidad de la salvación en las otras religiones, la opción por los pobres como prueba de fidelidad en la misión, la fortaleza en medio de los conflictos y la actitud de respeto para no caer en posturas simplemente proselitistas.
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