Por mucho que lo intente, una vez que el espectador se sumerja en el universo de Mantícora ya no podrá escapar. La nueva obra maestra de Carlos Vermut, que nos devuelve a la depuración formal de Magical girl, consigue perturbarnos al mostrarnos la oscuridad del ser humano en nuestro entorno más cotidiano. El director golpea al espectador, interpelándole desde la más absoluta sutileza. La directora de fotografía Alana Mejía Gonzalez, que tiene gran parte de responsabilidad en la luz y el moviento, y así, en el desasosiego que inunda la pantalla, nos abre la puerta a los mundos creativos de Carlos Vermut
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