La consolidación de los principios del gobierno abierto supondrá la aparición de una forma de gestión pública muy distinta de la actual, donde la transparencia, la rendición de cuentas, la participación de la ciudadanía y la colaboración de los sectores implicados estarán presentes en los gobiernos locales. La realidad de los pequeños municipios, con grandes carencias de personal, con una falta de un liderazgo participativo, una brecha digital muy acusada y una cultura administrativa muy deteriorada hacen que este camino deseado está lleno de grandes obstáculos.
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