La implantación efectiva de los nuevos modelos de oficina judicial será cuestión de aunar esfuerzos y voluntades, y exigirá una energía homérica por parte de instituciones y operadores jurídicos afectados. Por diversas causas, se ha producido una escasa implantación de la NOJ. Así, el propio Ministerio de Justicia concluye que «son varias, pero sin duda alguna hay tres que, hasta ahora, han sido determinantes: la falta de correspondencia con las estructuras judiciales actuales, la poca o nula adaptación de los edificios judiciales a la necesidad de grandes espacios donde albergar los servicios comunes procesales, y la imposibilidad de tramitar íntegramente en formato digital los expedientes judiciales». Además de una falta de capacidad visionaria de las instituciones y una falta de herramientas operativas de control actualizadas a disposición de los operadores jurídicos encargados de mandar, dirigir y organizar (fundamentalmente las/los LAJs). Por eso ahora, conscientes de los errores, todos y todas, estamos llamados y llamadas a intentarlo con todas nuestras fuerzas...
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