La importación de materia prima para la industria de oleaginosas asegura al sector el abasto de semillas y aceites crudos, en los que México no dispone de una producción suficiente. Gracias a ello, el país se encuentra en una posición óptima para participar con éxito en los mercados estadunidenses y canadienses, a través del Tratado de Libre Comercio (TLC). Existe una gran complementariedad entre los tres países que conforman el TLC, ya que Estados Unidos y Canadá producen grandes excedentes de semillas oleaginosas, y México tiene la capacidad suficiente para llevar a cabo los procesos de molienda y refinación. Una condición necesaria para lograr una efectiva penetración, consiste en el acceso a los mercados de América del Norte sin aranceles, y a los insumos en las mismas condiciones que las contrapartes estadunidenses y canadienses. En la República Mexicana, la industria de oleaginosas conforma cuatro niveles de actividad regional que son los siguientes: a) el Distrito Federal y el Estado de México con base en la cercanía del mercado de aceites, donde operan empresas privadas con plantas procesadoras y su particular sistema de distribución; b) el sector de Occidente con centro de gravedad en la ciudad de Guadalajara y su área de influencia, en donde tiene mayor importancia el mercado de pastas; c) el noreste del país, principalmente el estado de Nuevo León como centro de gravedad de la actividad y el norte de Tamaulipas, donde se dispone de materia prima del exterior; d) el sector del noroeste, formado por los estados de Sinaloa, Sonora y Baja California. Esta región es productora de semillas oleaginosas y se advierte la tendencia a procesar localmente la semilla, como una de las vías para incrementar el nivel de desarrollo regional, al incorporar las ventajas que ofrecen los organismos financieros de apoyo a las agroindustrias y otros instrumentos de política como el TLC, para alentar la inversión en ramas de productos básicos. Se espera que el TLC atraerá inversiones para la industria de oleaginosas, al mercado potencial externo y al asegurarse el abasto de materias primas, lo que permitirá aumentar el coeficiente de operatividad y la capacidad instalada.
The importation of raw material for the oleaginous industry, assures the supply of seeds and raw oils to this sector where Mexico does not have enough production of them. Thanks to this, Mexico is in an eminently good position to participate successfully in the North American and Canadian markets throught the Free Trade Treaty (TLC Tratado de Libre Comercio). There exists a great complementary fact among the three countries involved in the TLC, since the United States and Canada produce a great surplus of oleaginous seeds, and Mexico has the enough capability to carry out the processes of grinding and refining them. A necessary condition to be able to achieve an effective penetration, consists in having access to the North American markets with no customs tariffs, and also to the inputs with the same conditions that the counterparts in the treaty The United States and Canada have. In the Mexican Republic, the oleaginous industry has four regional centers. They are: a) The Federal District (D.F.), and the state of Mexico based in the nearness of the oil market, where private enterprises operate with processing plants and their particular delivery system, b) The Occidental sector with its gravitational center in the city of Guadalajara and its area of influence, where the paste market is of great importance, c) In the nortÂheastern section of Mexico in the state of Nuevo León mainly which is the gravitational center of this activity, and the north of Tamaulipas, where they get the raw material from abroad, d) The northwestern sector formed by the states of Sonora, Sinaloa and Baja California. This region produÂces oleaginous seeds and the tendency to process the seeds locally can be observed as one of the ways to increase the regional level of development when incorporating the advantages that the financial organizations of supÂport offer to the agricultural industries, and also other political instruments like the TLC offer them advantages to encourage investment in the basic product fields. It is hoped that the TLC bring investments for the oleaginous inustry, at the time when the external market be increased and when the supply of raw material can be assured, this will permit increase the coefficient of workability as well as the installed capacity.
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