Lo que conocemos genéricamente como trabajo propioceptivo se debería llamar en realidad REEDUCACIÓN SENSITIVO-PERCEPTIVO-MOTRIZ. Este concepto intenta poner en marcha, a nivel de córtex cerebral, tres conceptos: sensación, percepción y respuesta motora.
Los receptores propioceptivos son los más solicitados por su gran implicación en la kinestesia. Se intenta favorecer las actividades automáticas y reflejas, porque éstas son rápidas, más económicas y además más eficaces en determinadas situaciones.
La importancia de los receptores musculares, y no solamente las articulaciones, en el control del movimiento, no es solo una cuestión teórica, ya que resulta determinantes en la elección de las técnicas de reeducación.
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