En 1818, Fernando VII encargó la realización de dos conjuntos de joyas con micromosaicos enmar-cados en lapislázuli y orlados por brillantes. Los sesenta y ocho mosaicos, con personajes mitológicos y vistas de Roma, fueron ideados por el pintor José de Madrazo y ejecutados por el musivario Filippo Puglieschi, mientras que las orna-mentaciones con brillantes se encomendaron al joyero Arcieri, proveyendo el rey buena parte de la pedrería. En 1831, el monarca ordenó transformar los dos aderezos en uno para María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, su cuarta y última esposa, quien en 1858 lo transfirió a su hija, Isabel II. Los últimos datos hallados acerca de los micromosaicos datan de 1874, cuando fueron referidos en un inventario de alhajas redactado para la soberana durante su exilio en Francia.
In 1818, Ferdinand VII of Spain commissioned the making of two sets of jewels with micromosaics framed with lapis lazuli and encircled by brilliants. The sixty-eight mosaics, with mythological characters and views of Rome, were conceived by the painter José de Madrazo and created by the mosaicist Filippo Puglieschi, while the orna-mentation with brilliants was entrusted to the jeweller Arcieri, whom the Monarch provided with many of the stones. In 1831, the King ordered to transform the two sets into one for Maria Christina of Bourbon-Two Sicilies, his fourth and last wife, who transferred it to their daughter, Isabella II of Spain, in 1858. The last information found about the micromosaics dates back to 1874, when they were referred in an inventory of jewels made for the Queen during her exile in France.
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